lunes, 15 de abril de 2013


Las maravillas de la condición humana.
Escrito por Páris Jairo Javán.


Pues bien ahora quiero hablar sobre “la condición humana”. Ese carácter indispensable en la existencia, que para muchos se define como la manera en que reaccionan los seres humanos o hacen frente a los “acontecimientos”, cuales quiera que sean. Y sin embargo, para otros no es posible encontrar rasgos, caracteres o acotencimientos que determinen los comportamientos o el de posibles características que podamos tener. Reflexionando un poco, encontré palabras interesantes que pueden ayudarnos a entender un poco mejor este tema, pues aquí dentro de la llamada “condición humana” se debe tener suma atención a dos palabras; comportamiento y rasgos.
El comportamiento implica saber conllevar, es decir sufrir y aguantar por donde se conduce; una guía. Los rasgos es una forma de nombrar la línea o trazo que vincula. Entonces me pregunto ¿acaso todo debe de estar vinculado? Y hago esta pregunta puesto que el enumerar o agrupar las cosas que no tienen un vínculo es también una forma de otorgarles una peculiaridad distintiva. ¿Es acaso que el ser humano simplemente no puede concebir la separación, el ausentismo y la individualidad? Y me refiero hasta en el más bajo nivel en todos los rasgos a cada momento.

¿Será acaso esto una maravilla de la condición humana? El no poderse liberar de nada y todo. Estar sometido siempre a una etiqueta que te impone a una propiedad “natural”. Sólo se debe recordar que esta condición la hemos estado otorgando nosotros.

Una atadura obligatoriamente voluntaria es lo que yo llamo una de tantas “maravillas de la condición humana”


jueves, 4 de abril de 2013

El miedo a la responsabilidad de ser.
Escrito por: Páris Jairo Javán

De camino al trabajo me encontraba haciendo algunas labores de reflexión. Cuando al leer unas paginas del libro “la arqueología del saber” de Michael Foucault se me vino a la mente un pensamiento de análisis sobre la historia, por la cual, concluí que la historia se ha venido utilizando para justificar las dinámicas y formas presentes de la vida; sin embargo, ésta misma historia, hecha y reinventada por nosotros mismos, no revela nunca el actuar posterior.

Porqué justifica el presente.

Encuentro adecuado mencionar que el termino justificación es bien empleado dado que, el hombre tiende a basar; en apoyarse; a probar con razones, pero también a igualar las acciones actuales con las pasadas; esto con un motivo o causa simulada, excusando la responsabilidad; esa obligación de satisfacer el día a día; carga resultante de un miedo originado por el riesgo imaginario de las facultades que el hombre posee para tomar decisiones, con o sin raciocinio…

La historia es, para el hombre atormentado, ese lugar de reposo, de la certidumbre, de la reconciliación, del sueño tranquilizador”.

Incapacidad para revelar la posteridad.

La historia, al ser utilizada como un conjunto de acciones con relaciones o desconexiones de alguien a lo largo de la vida, puede ser tomado a modo de un mero pretexto de esa actividad interna, una medida mediante la que “obra el ser que la posee”. Rematando así, por ser (desde mi punto de vista) un ejercicio sobre “la posibilidad de hacer”; un efecto impredecible, sólo pensado al reflexionar; narrado con premeditación, dándole la cualidad de mentira potencial vinculada y pretextada, que se le adjudica un origen en una exposición de acontecimientos interpretables y por lo tanto inigualables con exactitud.