A los 24 años de edad J. W. Goethe escribió “Las desventuras del joven Werther”. Obra que, según muchas de las
personas que la han analizado, causó una fuerte conmoción y movimientos
sociales, al grado de imponer un estilo de vestimenta en la juventud de la
época.
En la novela, a través de cartas, Werther
nos sitúa en la posición de Wilhelm (en
varias traducciones “Guillermo o William”), su amigo que vivía en el pueblo
que él dejó. En las cartas, Werther, nos confía y deposita sus padecimientos e
ilusiones que sufrió al haber salido de su hogar y al llegar a Wahlheim, donde decidió instalarse por
tiempo indefinido y donde se enamoró de Lotte, una mujer que él nos describe con gran entusiasmo, pero que ya está comprometida con un respetable joven llamado Albert.
Entre bailes pomposos, lugares naturales y
obras literarias, en el transcurso de
casi dos años, la inspiración de Werther crece
a medida en que crece su amor por Lotte. Esto a su vez, lo lleva a involucrarse
en circunstancias en torno a ella, sucumbiendo a la tentación de estar cerca
para verla con más frecuencia.
En el génesis, indiscutiblemente, además
del título, en la serie de acciones que lleva a cabo Werther, nos indica que es
una novela trágica y dramática, que sus padecimientos lo llevan “cuesta abajo”, como nos interpretaría Carlos Gardel (sin duda una buena novela
para los que les gustan los tangos).
Con Werther, Goethe nos transporta al
frente de los padecimientos tempestuosos de la ilusión del romanticismo de la
época, y nos encamina por los lugares
donde surge este movimiento. Además, una de las cosas de gran notoriedad y que
no podemos dejar por un lado, es la perspectiva llena de matices holísticos con
la que Goethe profundiza en las artes y en comportamiento de la sociedad, haciendo varias criticas hacia la burguesía y a
las personas que no comprendían la naturaleza caótica de los sentimientos.
¡
Que clase de personas son ésas en las que toda su alma descansa en el
ceremonial, y sus pensamientos y afanes durante años y años consisten en
adelantar un puesto más hacía la presidencia de la mesa!
Goethe.
Aunque en la traducción del idioma alemán
al español nos impide comprender la composición poética de la novela, aún así,
se conserva la esencia y profundidad del argumento y de la trama, sin duda, una
novela que se tiene que leer con cuidado y preferentemente, evitando las ideas
que nos separan del núcleo y que agitan la claridad de su pensamiento.
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