Laborar sin conocimiento, enfoque de una causa.

Escrito por: Páris Jairo Jávan.

En esta época tan manipulada por el capitalismo, los estudios superiores se ven obligados a enfocar los objetivos y todas las herramientas de trabajo y reflexión dentro del aula hacia desarrollar egresados que cumplan con un perfil de puesto de trabajo.

La mayoría de las personas que se dedican al estudio y reflexión sobre diversos temas encontraran evidente que el proceso de enseñar a pensar esta llegando mutilado a la educación media superior, es por ello que al alumno le cuesta trabajo incorporar las estructuras del pensamiento, raciocinio y abstracción a las materias cursadas durante la carrera.

Lamentablemente, aunque se diga y se insista en este proceso, a la sociedad en general no parece molestarle, puesto que, a pesar de esta carencia, las personas pueden entrar en el ámbito laboral. Sin embargo, hay que mencionar que podrás acceder sólo a lo que el “mercado” de trabajo te ofrece, y si eres un afortunado, podrás acceder a un trabajo que te guste, pero con las limitaciones de un sistema basado en el consumo y producción masivos.

El ejemplo más claro es el presentado en la supuesta “Licenciatura” en Turismo. El error en la educación turística es, que siguen aferrados en adecuar su plan de estudios a un perfil del puesto de trabajo, que, a pesar de lo que se quiera intentar, sigue siendo exclusivamente manual; no da paso a un trabajo inteligente, ni dentro de la escuela, ni fuera de ella. No da tregua a las necesidades de comprender el proceso que deriva a la aplicación.

A esta licenciatura se le ha “olvidado” (por no decir que se ha predispuesto) a enseñar a pensar, y sólo se ocupa en poblar de datos a sus alumnos, mismos que provienen de distintas disciplinas, dejando a los estudiantes más confundidos que enterados de qué están estudiando, ya que estos datos no los enseñan a pensar, ni tampoco incorporan estructuras de pensamientos con las cuales pueda comprender y explicar los sucesos de aquellos datos. Si no puede hacer esto, ¿Cómo pretenden hacer que ellos mismos entiendan los acontecimientos naturales que se presentan en la sociedad? ¿Cómo encarar los hechos laborales de los que serán rivales en cuanto salgan de su círculo estudiantil?

Es cierto que, enseñar a pensar es una tarea difícil, pero la licenciatura en turismo esta evitando la parte más importante, pues si se llama licenciatura y a esta se accede en la educación superior, no puede ni debe hacer un lado el hacer pensar a sus alumnos, no solo enseñarlos.

El reto es grande, lo es. Un fenómeno como el turismo es posible que jamás pueda explicarse por sus propios medios, pero tiene el apoyo de las demás ciencias, con sus propias estructuras conceptuales, y es aquí en donde deben de poner mas énfasis los planes de estudio. Inclusive las carreras artísticas, como la música, la pintura, , llevan en sus planes de estudio materias de teoría que permiten a los alumnos tener acceso a la reflexión y justificación de sus labores, de sus creaciones. No se trata de hacer más rígido el sistema educativo ni el plan de estudios, sino, de proveer a los alumnos de herramientas efectivas que les den la facultad de justificar, acreditar, razonar, explicar y argumentar con el mínimo de raciocinio.

La calidad educativa en base a sistemas de evaluación empresarial.

Escrito por: Páris Jairo Javán.

Cuando se habla de calidad en la educación se debe de entender como una propiedad o un conjunto de propiedades inherentes a algo; esta propiedad nos permite juzgar, es decir, darle un valor. En la educación esto es tomado como una condición. Pero, ¿Qué es lo que se juzga?.

Una de las cuestiones que se juzgan es “que los alumnos aprendan lo que se supone deben aprender”. Prepararse conforme a lo que esta establecido en los planes y programas curriculares. Cursar al cabo de determinados ciclos o niveles las asignaciones que, siendo sinceros, la mayoría ve como un requisito al cual una vez superado, no quiere volver a saber de él. Este sistema “instruirse conforme a lo que se supone” afecta a los alumnos de tal manera que, cambian la  responsabilidad de cultivarse por cursar cada materia, pues, a final de cuentas lo que importa es juzgar el resultado; terminar.  

Otro asunto a evaluarse es el contenido; debe responder adecuadamente a lo que el individuo necesita para desarrollarse como persona, intelectual, afectiva, moral y físicamente. Todas estas características surgen de la necesidad para actuar en diversos ámbitos de la sociedad, el político el económico el social etc. Si prestamos un poco de atención, la primera cuestión a la que hicimos referencia, es consecuencia de esta segunda. Las autoridades a cualquier nivel, que rigen mediante el gobierno, son aquellas que dictan las formas para vivir y desenvolverse en una sociedad, son ellas las que nos indican y juzgan, por ello, son estas las que determinan lo que se necesita según su juicio. Pero, ¿cómo lo hacen?

La acción educativa y realización para cumplir con los propósitos que estas autoridades han determinado como los mas idóneos esta reflejada en los procesos y medios que el sistema brinda; el adecuado contexto físico para el aprendizaje, un cuerpo docente conveniente-mente preparado para la tarea de enseñar, buenos materiales de estudio y de trabajo, estrategias didácticas adecuadas. Esta es su acción, la cual podremos juzgar mediante ciertas organizaciones gubernamentales o no gubernamentales, que también están formadas bajo ciertos principios de valor que parecen tener el mismo fin, señalar para que alguien más haga un cambio que posiblemente no cumpla con el supuesto objetivo, mejorar la calidad.

Es muy probable que el sistema educativo que tenemos en la actualidad sea el que nos merezcamos, y no el que necesitemos, pero también puede que sea el que nos estén imponiendo para seguir cumpliendo ciertos intereses ajenos a nuestra ilusa intención con la que ingresamos desde pequeños al sistema educativo; de mejorar la sociedad.

Puede que la intención principal de estos sistemas de evaluación con tintes empresariales sea aumentar la cantidad de personas que puedan tener acceso a dignas herramientas que a su vez aumenten las posibilidades. Pero hay que dejar en claro, aumentar alumnos que tengan acceso a una mejor calidad educativa manipulada no aumenta la cantidad ni la calidad de pensamiento e ideas.

Perversión capitalista en la educación.

Escrito por: Páris Jairo Jávan.

La educación en general, tiene dentro de sus enfoques principales la igualdad, pero no sobre el valor, sino, al acceso del conocimiento, lo cual no garantiza una buena calidad educativa. La mayoría de las instituciones (sino es que todas) que ofrecen estudios superiores o especialidades, tienen como objetivo “formar profesionales” a través de un aprendizaje (obligatorio). Este método, que de alguna u otra manera, la política educativa estima como el idóneo, no garantiza en nada poseer un conocimiento pleno de la realidad y una mayor proximidad a la verdad. Ahora en estos días, igual que en los anteriores, lo más valido, es decir que todo lo aprendido y lo determinado como verdadero es una mera opinión.

Es cierto que, en teoría, las escuelas buscan formar individuos que se realicen como personas, que descubran su vocación y que puedan cumplir sus proyectos. También es cierto que busca, mediante estos supuestas personas realizadas y con vocaciones, se beneficie a la comunidad, mediante el obvio lucro personal, sin embargo, no estoy completamente seguro de qué tan bueno sea el forzar “libremente” mediante los planes educativos cuya propuesta educativa es someter a un valor llamado igualdad. Igualdad conforme a las capacidades, aptitudes y actitudes de cada quien, y quizá ese no sea el fallo mas grande. Existen muchos factores, de los cuales se destacan los maestros, el alumno y los planes de estudio, la ciencia, etc.

Puede que muchos lo quieran negar, pero es evidente; que el maestro tenga conocimientos o no carece de importancia; si sabe o no mostrar sus verdades no importa; si no sabe hacer que sus alumnos adquieran conocimiento no tiene significación alguna. Lo importante es que rellene sus horas como administrativo. Rellenar informes y datos, cumplir con obligaciones como trabajador, deberes que no sirven más que para controlarlo, para que el gran teatro de la educación continúe con la función, el entretenimiento y la gala ideológica social de un sistema educativo (sistema por competencias originado en el espacio europeo para la educación superior) que no ha resultado como se esperaba, pero que no hay porque hacerlo saber. La enseñanza ya no transcurre por dentro de las personas, sino por fuera, cuyo único objetivo es el consumo, poniendo en el mismo plano (valor de igualdad) a las cosas y a las personas. Entretenimiento al más puro estilo del capitalismo, haciendo que los espectadores se concentren en las formas y no en el contenido.

Ahora bien, los alumnos son enseñados para ser parte de un sistema imaginado, exigido por el materialismo contemporáneo. Esta sociedad sigue mentalmente principios colectivistas referidos a valores mutilados de una vida artificial. El alumno se forma como quiere la ideología educativa, pero ¿quién forma esta ideología? ¿Cuál o en dónde tiene su origen?.

La ciencia, en su papel de descubrir las cosas del mundo y del cosmos, así como aportar soluciones para mejorar la vida, protegiéndola y defendiéndola de los peligros que trae consigo el fracaso de no conseguir lo que parece imposible, ha dado lugar a una guía de nueva espiritualidad humana, una nueva moral. El hombre cree (si es que se da cuenta) que ha impuesto una nueva ética a la cual, el sistema educativo debe adaptarse y someterse a las posibilidades que esta tiene. El ser artificial ya a nacido, la era natural está a punto de desaparecer. La ciencia y la técnica con sus resultados y posibilidades modifican todo. La educación cada vez se asienta más en una ideología cientificista, “amoral” y dogmática que, muy posiblemente, por la burocratización que impone el Estado monopoliza las políticas educativas y los planes de estudios, orillándonos mas cerca a un abismo de mentiras.

políticas educativas y los planes de estudios, orillándonos mas cerca de un abismo de mentiras.

 

 

 

La gravedad del fracaso recurrente y el sin sentido de la victoria.

 Escrito por: París Jairo Javán.

Recientemente leí un artículo en un periódico de circulación local, la sección de tendencias atrajo mi atención pues en una de sus páginas aparecían dos de los hombres más ricos del mundo; Bill Gates y Carlos Slim.

La nota hacía referencia a una contribución por parte del empresario Mexicano con la pervertidora cantidad (para muchos de los seres humanos) de cien millones de dólares. Esto para apoyar a una de las iniciativas filantrópicas, del también empresario Estadounidense, que encabeza la fundación de Gates y su esposa. El proyecto busca “erradicar” de la faz de la tierra, la Polio, de una vez por todas y para siempre, en un plazo de 6 años. Ese es el reto, pues, se menciona que, lo más difícil es llegar a los cero casos. Sin embargo, Slim señala “atinadamente” que lo verdaderamente difícil es conseguir llegar a las poblaciones de mayor riesgo y más remotas. Por otro lado Gates menciona “de no tener éxito, sería un tremendo revés para el optimismo sobre lo que los hombres pueden hacer”.

Así como Sísifo y su mito, estos dos hombres revelan de una manera peculiar, una interrogante que tiene la vida cotidiana bajo la incertidumbre. Llegar a hacer; conseguir volver. La gravedad del fracaso recurrente no es para nada una antitesis de lo irracional de la victoria. 

Quiero poner sobre un momento de razonamiento, el alcance que puede tener la acción del hombre sobre si mismo y los demás. Más allá de estar empeñados –como Sísifo –a subir para luego bajar por pendientes imposibles*. ¿Qué repercusión tiene la acción lograda sobre un imposible pensado? ¿Qué peso otorga un creíble convertido en fallo? Personalmente, trato de otórgales el mismo valor a ambas situaciones, pero, a veces me es difícil darle un sentido a ambas, y decido, a una concederle esta etiqueta y a la otra atinarla en el sinsentido.

Sexismo

                        Escrito por: Edmundo Dantés. 

¿En qué punto se vuelve en su contra este término al darle preferencia a la mujer sobre el hombre?¿Que no se supone que los derechos femeninos buscan una igualdad social sin importar el sexo?. Entonces ¿Por qué es que se le da la preferencia a la mujer en la sociedad? ¿Por qué la mujer misma busca ese "derecho" por encima del varón?. En cualquier parte de la ciudad, a cualquier hora se puede apreciar que este hecho, y digo hecho porque no es teoría, esta comprobado por lo menos en mi sociedad. Y no estoy recurriendo al masculinismo de Papini ni al machismo que ha sido y sigue siendo vox populi en un país, en una sociedad tan retrograda, como la nuestra. No, no busco que la preferencia sea de nuevo hacia el hombre, lo que yo quiero es algo que le se llama Neutralismo, en dónde todos tengamos las mismas oportunidades, derechos o cómo quieran llamarlo. Tal vez escribo esto porque no le di mi asiento a una señorita en el autobús, pero ¿Por qué no dárselo al señor que estaba a un lado de ella que se notaba era mucho mas grande que ella, que estaba mas cansado y que iba cargado de cosas?¿Me hace eso menos hombre?¿Estoy traicionando mis tradiciones y mi cultura?. Al final del día mis teorías no salen a la calle pero creo que el ser humano sería mejor si es cortés y ayuda a todos sin distinguir sexo, clase social o raza.